viernes, 30 de octubre de 2009

El Simbolo Perdido, ha doce horas de su salida, ya encontre dos errores

Ja Ja Ja Ja

Soy asiduo fanático de Dan Brown, y en esta ocasión no me iba a perder la oportunidad de leer de primera vuelta su nuevo libro, y Oh Sorpresa!!!!, ya encontré dos errores de redacción que aquí les expondré:

En la página 43, primer párrafo del libro, última línea, transcribo textual: "(un secreto del Capitolio que rara vez incluían los programas de de historia de la enseñanza secundaria).", error de captura "los programas de de historia"

En la 109, mitad de página, transcrito textual: "Perer comprende el simbolismo metafórico, algo de lo que, al parecer, su captor no es capaz.", error de captura "Perer"

Pa que vean, que en menos de doce horas ya llevo cien páginas, diez googleadas y dos errores de redacción.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Organización Estudiantil de Futbol Americano: Conferencia del Centro Temporada 2009: PUMAS CU POR EL BICAMPEONATO NACIONAL!!!

El Ahora: 2009, Por el Bicampeonato Nacional

(ONEFA CONCEN 2009)

Ahora mi gran y amado equipo volverá a los emparrillados, ya que en ésta Temporada 2009, pelearán por el bicampeonato, y trayendo consigo dos victorias en Estados Unidos (por cierto victorias históricas, ya que hace más de cuarenta años que no se ganaba en la Unión Americana), los Pumas CU, al mando del Head Coach Raúl Rivera, volverán a demostrar porque el equipo de la Universidad de México, es le mejor de la ONEFA (no como los borregitos esos del norte).

Se acerca ya el momento del Kick Off 2009 para Pumas CU, ya que en primera instancia mediremos resistencia contra los Halcones de la Universidad Veracruzana, en casa, en el Majestuoso y Campeonísimo Estadio Olímpico Universitario México 68, así mismo el día 31 de agosto se dió la presentación ante los medios del Gran Equipo Campeón de la ONEFA, con un rooster de 69 jugadores, en record histórico para mi Alma Mater, así como un equipo recargado con 14 novatos que darán frescura y vigor al equipo.



Calendario 2009
CERO
Sábado 5/09/09 11:00 EOU Pumas CU - Halcones UV
UNO
Sábado 12/09/09 11:00 EOU Pumas CU - Águilas UACh
DOS
Sábado 19/09/09 11:00 EOU Pumas CU - Frailes Tepeyac
TRES
Sábado 12:00 Perros Negros Linces UVM - Pumas CU
CUATRO
Sábado 3/10/09 11:00 EOU Pumas CU - Centinelas
CINCO
10/10/09 BYE SEIS Sábado 17/10/09 11:00 EOU Pumas CU - Burros Blancos
SIETE
Sábado 24/10/09 Águilas Blancas - Pumas CU
OCHO
Viernes 30/10/09 19:00 Gaspar Mass Tigres UANL - Pumas CU
NUEVE
Sábado 7/11/09 12:00 Templo del Dolor Aztecas UDLA - Pumas CU

Y para los que nos se saben los canticos y porras de PUMAS CU, acá abajo les dejo la transcripción de las mismas, he de recordar que la primera de ellas "Armados de Gran Valor", procede de la Marcha de la Victoria de la Universidad de Notre Dame (Go IRISH!!!), ya que como les conté en la publicación anterior, muchos de los creadores del Futbol Americano dentro de la Máxima Casa de Estudios de México y LatinoAmérica, procedían de Notre Dame, por eso los colores azul y oro del equipo.

Armados de gran valor

y con todo el corazón

aqui estan los Pumas

dominando con su futbol.

Siempre luchar con valor

por defender su color,

que vivan los Pumas

que por siempre será el campeón.

Porra por México va

y por su Universidad

que vivan los Pumas

que por siempre será el campeón.

La linea, el "core", (+)

los halfs y el full,

La linea, el "core",

los halfs y el full,

Por la gloria de su equipo

el espiritu hablará.

México, Pumas,

UNIVERSIDAD

Y a mi me gusta el pimpiririmpimpim, de la Universidad, pararam pampam,

Con el pimpiririm pimpim, con el pampararam pampam,

que vivan siempre Pumas de Universidad, de Universidad.

Cuando yo me muera,tengo ya dispuesto,

en mi testamento,que me han de enterrar,

que me han de enterrar....

cerca de mi Prepa,con una pelota,

y una banderola de Universidad, de Universidad.

Y a mi me gusta el pimpiririm pimpim,

de la Universidad, pampararam pampam.

Con el pimpiririm pimpim, con el pampararam pampam,

que vivan siempre Pumas de Universidad, de Universidad.

Y si voy al cielo, yo de ahí regreso,

pues como los Pumas no hay nada igual, no hay nada agual,

con su gran estadio y su gran equipo, toda su porra que barbaridad que barbaridad.

Y a mi me gusta el pimpiririm pimpim,

de la Universidad, pampararam pampam,

Con el pimpiririm pimpim, con el pampararam pampam,

que viva siempre el Puma de Universidad, de Universidad

Y la defensiva siempre para arriba, como una muralla castiga al rival,

internos y externos backers y profundos, toodos por la bola vamos a jugar, vamos a jugar

Y a mi me gusta el pimpiririm pimpim,

de la Universidad, pampararam pampam,

Con el pimpiririm pimpim, con el pampararam pampam,

que viva siempre el Puma de Universidad, de Universidad

Y toda la porra va siempre a los juegos, a ver a los Pumas

que van a ganar, que van a ganar

Y al ver sus jugadas y sus grandes pases

toda la tribuna se pondrá a gritar,

se pondrá a gritar:

GOOYA.... GOOYA....

Luchando con Tesón, por ti Universidad: 82 Años de Futbol Americano

A finales de los años veinte se inicia la práctica del Futbol Americano en México. En esa época existían ya algunos clubes regulares que celebraban juegos entre ellos de una manera aún no plenamente organizada. Eran encuentros que cada club pactaba individualmente y se celebraban fuera de cualquier torneo o campeonato establecido.

Durante esos años, algunos estudiantes universitarios que habían tenido contacto con el Futbol Americano en Estados Unidos, integraron el equipo de la Universidad de México, aún sin la participación formal de la institución, que a partir de 1929 se convirtió en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Arthur Constantine, empresario y periodista norteamericano radicado en México, interesado en promover el Fútbol Americano en el país, se convirtió en el medio por el cual diversas empresas aportaron recursos para patrocinar al equipo universitario, tanto en la compra de utilería como facilitando la celebración de encuentros contra escuadras norteamericanas.

Para el equipo universitario fue la consolidación, pero determinó que en los primeros años los encuentros frente a equipos mexicanos fuesen realmente escasos.

En 1930 aparece el primer campeonato regular: Se establecen diferentes niveles de competencia para los equipos existentes. La Primera Fuerza se integra con equipos de club como el Centro Atlético de México (CAM), Centro Deportivo Internacional (CDI) y el Venustiano Carranza (que también era conocido como el "5-A"). El equipo de la UNAM no participó en los dos primeros torneos y sólo celebró juegos de exhibición.

En 1932 la Universidad participó ya en el campeonato de Primera Fuerza y, contra todos los pronósticos, su experiencia adquirida frente a escuadras de Estados Unidos, que le hacían desarrollar un nivel de juego superior al del resto de los participantes, no fue suficiente para vencer al CAM, que logró su tercer campeonato al hilo.

1933-1945: Doce Años Campeón!!!

A pesar de la mala experiencia de 1932, cuando las expectativas de un amplio dominio de la UNAM en los emparrillados nacionales no se vieron cumplidas, en 1933 la escuadra universitaria era nuevamente el equipo a vencer y en esta ocasión sí cumplió con las expectativas. Sin embargo, el proceso no resultó sencillo: se tuvo que llegar a un juego de desempate contra el CAM, que terminó 12-2 a favor de los universitarios, naciendo así una dinastía que duraría doce años.

En 1934 todo fue azul y oro; la confirmación de la hegemonía universitaria.

Al año siguiente, con siete equipos participando, los universitarios tendrían su tercera corona al hilo, en un campeonato muy reñido que vio la aparición de equipos como Wachachara y la poderosa Selección de Escuelas Técnicas, antecedente directo del IPN.

La Liga Mayor apareció en 1936, año en el que también nació el Instituto Politécnico Nacional y con él, su equipo representativo, los Burros Blancos, que al paso del tiempo se convertirían en el rival tradicional de los universitarios. La inesperada derrota azul y oro en el primer enfrentamiento contra el IPN contribuiría mucho a esta rivalidad. Fue la única derrota del equipo en contra de adversarios mexicanos, en tres años.

En 1937 no hubo enemigo al frente: UNAM arrasó con todos; la mayor oposición vino del IPN sobre quien pasaron 38-7. Al año siguiente la historia se repitió, aunque esta vez ya no fue la ofensiva el punto culminante sino la defensiva. Si en 1937 los marcadores fueron siempre desproporcionados, por diferencias de más de 30 puntos, en 1938 ningún equipo mexicano logró anotar un solo punto contra la Horda Dorada.

En 1939, por fin, los Escupefuego de la YMCA le propinaron una derrota a la UNAM por 19-13. Era apenas la segunda en seis años, sin embargo la UNAM resultó otra vez Campeón, por séptima ocasión consecutiva. Para 1940 una nueva derrota, ahora ante el IPN por 13-0 puso en peligro la corona. Por suerte para la "Horda Dorada" (como se conocía entonces al equipo universitario), los Burros Blancos perdieron contra la YMCA, lo que obligó a celebrar una especie de ronda de desempate entre los tres equipos. UNAM consiguió el campeonato al empatar a 12 contra el IPN, después de vencer al YMCA.

La dinastía de la UNAM como campeón imbatible tuvo, sin embargo, también efectos de desaliento en la formación y permanencia de equipos en Liga Mayor. En el mismo sentido contribuyó el cambio de reglas acordado en 1941 por el Futbol Americano de Estados Unidos, en el que se permitía la libre sustitución de jugadores, lo que ayudó a dar al deporte de las tacleadas su fisonomía actual, pero determinó también un aumento importante en el tamaño de los equipos y, por consiguiente, un factor en contra de las escuadras con menos recursos.

De 1941 a 1944 la historia fue prácticamente la misma. UNAM resultó de nuevo campeón. Su hoja de triunfos sólo se vio interrumpida por dos empates contra el IPN, uno en 1941 y otro en 1944. Bernard A. Hoban era el Coach universitario durante esos años y hasta 1945, aún cuando en 1942 Roberto "Tapatío" Méndez ocupó de manera interina esa posición ya que Hoban tuvo dificultades para viajar a México, era la época en que Estados Unidos se encontraba combatiendo en la Segunda Guerra Mundial.

En 1945 la dinastía de la UNAM cayó a manos del IPN, que obtuvo así el primer campeonato de su historia. El enfrentamiento entre ambas escuadras, representativas de las dos mayores instituciones educativas públicas del país, se consolidó como El Clásico.

Los Pumas y la Epoca Dorada
1946-1957

En 1946 se inició lo que se ha dado en llamar la "Epoca Dorada" del Futbol Americano en México, durante la cual el interés del público por este deporte alcanzó niveles muy altos. Es difícil encontrar fotografías de la época con estadios vacíos y son comunes las anécdotas de personas pernoctando a las puertas del estadio, para asegurar un lugar en la yarda 50.

Ello, a pesar de que en términos de número de equipos y en la permanencia de éstos en Liga Mayor, no puede hablarse al menos de estabilidad. El gran interés público por el Futbol Americano en la época se explica casi exclusivamente por dos equipos: UNAM e IPN.

La temporada de 1946 llegó con grandes expectativas para el Futbol Americano: un nuevo estadio, Ciudad de los Deportes, inaugurado por los Pumas enfrentando a los Aguiluchos del H. Colegio Militar en su regreso a la Liga Mayor; ocho equipos compitiendo y un ambiente dispuesto al auge de este deporte.

Para la UNAM, en lo particular, fue también un año muy importante:

1.- Roberto "Tapatío" Méndez asumió la posición de Head Coach, que mantendría hasta 1964, tiempo en que se convertiría en toda una institución.

2.- El equipo adoptó el mote de "Pumas", que al paso del tiempo se extendería al resto de los deportistas de la UNAM. Se dice que los jugadores, previo a un encuentro en Estados Unidos en el que, como siempre sucedía, enfrentaban a un equipo de mucho mayor talla, aceptaron por aclamación la propuesta del nuevo coach de identificarse con el Puma, un felino autóctono de las serranías mexicanas que aunque no es grande en tamaño, es muy agresivo, fuerte y rápido, lo que le hace salir airoso contra rivales de mayor tamaño.

3.- Se recobró el campeonato perdido un año antes, con hoja invicta ante equipos mexicanos.

Al año siguiente, 1947, los Pumas terminaron campeones invictos otra vez y sus estrellas Omar Cardona, Alberto "Chivo" Córdoba, Eduardo "Pocho" Herrera y Víctor Ramírez, fueron piezas importantes en el primer Tazón de Plata (después Tazón Azteca), que el equipo de México ganó ante Randolph Field.

Pero en 1948 la UNAM no participó en el campeonato, por discrepancias en la aplicación de las nuevas reglas de elegibilidad de jugadores, que se iniciaron ese año. Sin embargo, el Clásico sí se jugó y el equipo de la UNAM venció al IPN, campeón del torneo oficial.

En 1949 los Pumas regresaron al torneo de Liga Mayor, pero no al campeonato: perdieron contra el Poli y ante quienes resultarían campeones, los Aztecas del MCC. El año siguiente, 1950, no resultó mejor; por el contrario, UNAM vivió su primera temporada perdedora de la historia. Los Pumas cayeron incluso, en juego de exhibición, contra los Borregos del ITESM, una sorpresa mayúscula para la época.

Los Pumas salieron en 1951 dispuestos a borrar los tristes resultados del año anterior y decididos a recuperar el campeonato, que no tenían desde 1947. Para ello el Coach "Tapa" tenía preparada una ofensiva nueva, con una formación T-abierta, que fue perfeccionada durante las "prácticas de primavera" de los Pumas.

El punto culminante de esta ofensiva era la "optativa", jugada nueva por completo en el Futbol Americano y adoptada de inmediato por el Coach universitario. Con esa ofensiva, indescifrable para las defensivas de entonces, los Pumas recuperaron el campeonato, invictos otra vez, y de paso propinaron a los Burros Blancos la derrota más abultada hasta la fecha en el Clásico: 43-0.

Por si lo anterior fuera poco, la ofensiva Puma impuso también otro récord que subsiste hasta la fecha: la victoria más amplia de un equipo mexicano sobre uno norteamericano, por 68-13 sobre Phoenix College. Alberto "La Muñeca" Saucedo, era el QB, acompañado por Manuel Yáñez, Rafael "Tikao" Mathey y Juan Romero, que integraron el backfield que impuso las condiciones en ese año.

1952 resultó un año importante para el Futbol Americano de México y para la UNAM. Ese año sería la cima de aquella "Epoca Dorada" y la UNAM vivió momentos históricos con la inauguración de su nuevo Campus, la Ciudad Universitaria, en el sur de la Ciudad de México, un orgullo arquitectónico aún en nuestros días.

El nuevo Estadio de CU, un escenario de 75,000 plazas, fue la sede de la temporada y en su inauguración oficial casi 90,000 personas abarrotaron cada espacio disponible para presenciar el Clásico. Los "Pumas" perdían 19-14 en los últimos momentos, cuando un pase "pantalla" a Juan Romero dio la vuelta al encuentro, que finalizó 20-19 a favor de los Pumas.

Fue también el año en que se impuso otro récord: el del juego ganado por el marcador más abultado: 110-0 a los Bulldogs de la Normal, así como el año del campeonato número 17 para la UNAM.

Pero en 1953 las cosas cambiaron abruptamente. UNAM no participó por discrepancias con la Liga respecto a la elegibilidad de Rafael "Tikao" Mathey, quien antes había militado en otras escuadras. Este problema, aunado a la salida de equipos como el Colegio Militar y la YMCA, determinaron el principio del fin de la llamada "Época Dorada". En ese año UNAM ganó tres juegos internacionales y perdió dos. Se impuso también en un juego de exhibición contra la Normal, por 69-0, pero el Clásico no se celebró, por primera vez desde 1936.

Después vino la caída frontal de la Liga, provocada en gran parte por las devaluaciones del peso, que pasó de poco más de 4.20 por dólar a 12.50, lo que encareció la importación de utilería y determinó la salida de varios equipos de la contienda.

Así, en 1954 los Pumas perdieron el campeonato en un torneo de Liga Mayor con sólo cuatro equipos. En 1955 sólo hubo dos participantes: la UNAM y el IPN, que jugaron tres veces y en las tres ocasiones cayeron los Pumas, entre ellas está la derrota más dolorosa en los Clásicos. Un año de pesadilla en todos sentidos.

1956 significó el regreso de los Pumas al Campeonato, en un torneo que con apenas cuatro equipos se sentía en recuperación, comparado con el nefasto 1955. Se jugó a dos vueltas y al llegar al último encuentro, que fue el segundo Clásico del año, los Pumas habían ganado todas sus presentaciones, incluso en el primer enfrentamiento contra el IPN, por 17-0. Los Burros Blancos, por su parte, sólo habían perdido aquel primer Clásico del año. Así, el juego decidía el campeonato.

IPN se fue arriba en el encuentro, pero los Pumas requerían de una anotación, que pese a la inevitable derrota en ese juego, les adjudicara el campeonato por "goal average". Con tres segundos en el reloj, Gustavo "Pato" Patiño, quien terminaba su elegibilidad, logró contactar con Mario "Araña" Revueltas dentro de las diagonales. La anotación fue inválidada por un "offside" Puma, pero la jugada hubo de repetirse (el IPN no hubiera podido optar por la jugada); con la misma trayectoria, ahora ya esperada por los profundos guindas, Revueltas consiguió una de las atrapadas más espectaculares del Futbol Americano en México, el touchdown y el campeonato de 1956.

Al año siguiente, 1957, los Pumas no tuvieron enemigo al frente y consiguieron otro campeonato invictos, aunque empataron el segundo Clásico del año, que también fue el último juego de la temporada, así como la última vez en que el Clásico tuvo repercusión en el campeonato. Después de ese año, con la división de los equipos politécnicos, los Burros Blancos del IPN serían la Selección de su institución y el Clásico pasaría a ser prácticamente un Tazón de fin de temporada.

Pumas 1958-1969

En 1958 comenzó una nueva etapa para el Fútbol Americano de México, en la que se buscó, con una nueva fórmula, resolver los constantes problemas de falta de estabilidad en la permanencia de los equipos en Liga Mayor. La fórmula propuesta era la división de los equipos de las dos instituciones más grandes, buscando dar mayor equidad a la competencia.

IPN aceptó de inmediato, pero la UNAM se resistió a perder años de tradición dividiendo al equipo de los Pumas. Por consiguiente, UNAM no participó en el campeonato de 1958 y solamente jugó contra escuadras norteamericanas y un juego de exhibición contra Tigres de la Academia Militarizada México, a quienes venció 56-0.

Al año siguiente, 1959, logró superarse la crisis por la exigencia de la división y se mantuvo a los Pumas como único representativo de la UNAM. Así, se participó en el campeonato y se obtuvo la corona con la colaboración de jugadores como Felipe de la Garma, Luis Lecanda, Víctor Vélez (en su despedida) y el novato Jorge Mercado, quien por cierto realizó el primero de sus muchos regresos de kickoff para anotación en el juego en que Pumas empató a 6 con el Poli Guinda.

En 1960 el campeonato se les fue de las manos al perder 8-7 contra el Poli Guinda, en un aviso de los años bajos que habrían de venir. Sin embargo en 1961 llegó un campeonato más, a pesar de perder 14-13 contra Cheyennes del Poli Blanco. Ese año se caracterizó por duelos muy cerrados contra los equipos del Politécnico; además del juego ante Cheyennes ya comentado, se ganó por sólo dos puntos, 28-26, al Poli Guinda, y por un punto, 7-6, el Clásico.

De 1962 a 1964 fueron años malos para los Pumas de la Universidad. Los tres fueron temporadas perdedoras, aún cuando dos de los tres Clásicos los ganó la Universidad. 1963 fue particularmente malo; produjo marcadores adversos de 41-0 contra Cheyennes y 33-0 contra la Selección del IPN.
Sin que pueda considerarse una excusa, el equipo de los Pumas en 1963 no pudo contó en su alineación con Jorge Mercado, Alfredo Gonzáles, Alejandro Morales y Manuel "Gallo" Vázquez, entre otros, por una combinación de coincidencias desafortunadas.

La temporada de 1964, algo menos desafortunada que la anterior, terminó con una victoria de 18-14 en el Clásico; sería éste el último año en la carrera como Coach de Roberto "Tapatío" Méndez, que terminaba su contrato con la UNAM. La victoria en el Clásico frente a un rival francamente superior fue el tributo final de sus jugadores al querido Coach "Tapa", quien llevó a los Pumas al campeonato en la mitad de los años en que fue timonel del equipo.

Un nuevo Head Coach fue nombrado en 1965: Manuel Neri Fernández, quien había formado parte desde años atrás del staff del "Tapatío" Méndez. Deportivamente, la temporada Puma mejoró notablemente, al grado que la UNAM llegó a un paso, o quizás más precisamente, a segundos de un nuevo campeonato.

Los segundos que separaron a los Pumas del campeonato fueron los momentos finales del juego contra el Poli Guinda el 20 de noviembre, un partido que se recuerda aún como "El Juego de las Antorchas Apagadas".

El ganador sería el campeón y el Poli Guinda se encontraba arriba en el marcador, faltando poco más de un minuto de juego. Un pase largo a Alfredo "Araña" González" consiguió la anotación Puma. El marcador se empató a 13, pero eso era suficiente para dar el campeonato a la UNAM, ya que el Poli Guinda había perdido con sus hermanos de institución unas semanas antes. Las antorchas se prendieron en el lado universitario, para festejar el campeonato.

Poli Guinda regresó el kickoff hasta su yarda 25, con 40 segundos por jugar. La defensiva universitaria los regresó siete yardas en las tres siguientes jugadas. Ultimo down, 17 yardas por avanzar en la yarda 18 del IPN; Eliud Dávila, QB, intentó un milagro y quitándose defensivos Pumas lanzó un pase a Omar Fierro, diez yardas adelante. Fierro esquivó una y otra vez tacleadores universitarios y, cruzando de banda a banda tres veces, escapó las 70 yardas que lo separaban de las diagonales. Las antorchas comenzaron a apagarse del lado Puma, que irrumpió en un grito de esperanza: "Mercado... Mercado...", pidiendo uno más de los regresos milagrosos del pequeño corredor universitario. Jorge Mercado tomó el kickoff y escapó... 70 yardas, insuficientes para la victoria. Las antorchas se apagaron y se encendieron otras en la tribuna politécnica.

Un año después, 1966, comenzó el regreso Puma, con el equipo universitario ganando todos sus encuentros para declararse Campeón una vez más, después de cuatro años de angustias.

Pero fue hasta 1967 cuando UNAM pudo sentir la satisfacción de la venganza deportiva. Ese año los Pumas presentaron uno de los equipos más fuertes de su historia, que dominó a todos sus oponentes. Al Politécnico, por ejemplo, lo venció 52-0 en su versión Guinda; 14-0 a los poderosos Cheyennes y 36-0 a la selección, que se salvó por un diluvio de superar el récord de 1951, ya que perdía 28-0 a la mitad del juego.

Pero otra etapa estaba por terminar: en 1968 los acontecimientos políticos, con el movimiento estudiantil y la desproporcionada represión de la administración Díaz Ordaz determinó que por primera y única vez la temporada fuera suspendida.

En 1969, como opción para salvar al Fútbol Americano de convertirse otra vez en una competencia solamente entre dos instituciones y de propiciar la permanencia de equipos de otras escuelas, que hasta ese momento no tenían oportunidad de ser verdaderos contendientes, además de buscar una expansión en el número de participantes, se creó la Liga Nacional Colegial, con la consigna de dividir en tres la representación de politécnicos y universitarios.

La UNAM nuevamente intentó escapar a esa medida, que significaba la desaparición de los Pumas. Se dejó de participar en la primera temporada de Liga Mayor y se presentaron sólo en juegos de exhibición frente a equipos estadounidenses y contra los antigüos Cheyennes del Poli Blanco, que habían abandonado su institución para seguir a su entrenador Manuel Rodero y se encontraban en proceso de convertirse en los Pieles Rojas de Acción Deportiva, una potencia en la década siguiente.

Sin embargo, no podría mantenerse la decisión de no perder la unidad del equipo. Los tiempos habían cambiado y el riesgo era que el Fútbol Americano de México se extinguiera poco a poco. Era, otra vez, el fin de una época.

1970-1980 Tres equipos

En 1970 la decisión de dividir la representación de la UNAM en Liga Mayor no podía posponerse por más tiempo; la única opción era mantenerse fuera del torneo y celebrar exclusivamente encuentros contra equipos norteamericanos, lo que hubiese sido el regreso a los primeros años del equipo.

Así, aparecen tres equipos universitarios compitiendo por el Campeonato de la Liga Mayor.

El nombre de Pumas se utilizaría exclusivamente para la Selección, que conforme a los planes originales jugaría una postemporada contra la Selección del IPN (Burros Blancos) y contra equipos de Estados Unidos. Sin embargo, esta parte de los planes no llegó a consolidarse.

Los tres equipos universitarios fueron:


Cóndores, con uniforme oro y negro, al mando de Manuel Neri, con la base principal de los Pumas y con Leyes e Ingenieria como semilleros de Intermedia.

Aguilas Reales, de uniforme azul, blanco y rojo, con Hilario Canseco, antiguo QB Puma, como Head Coach y con Ciencias Quimicas-Veterinaria y Preparatoria (luego Vietnamitas de Prepa 9) como semilleros.

Guerreros Aztecas, de uniforme oro y rojo, con Manuel "Gallo" Vázquez como Head Coach y con Comercio, Arquitectura y Medicina como semilleros en intermedia.

Con los tres equipos de la UNAM pudo conformarse una Liga Mayor más numerosa y competitiva, compuesta por nueve escuadrones, considerando la participación del IPN con tres equipos, el ITESM, la Universidad Autónoma de Nuevo León y la Escuela Nacional de Agricultura Chapingo (hoy Universidad Autónoma Chapingo)

La primera temporada de esta etapa se tiñó de oro y negro, ya que los Cóndores ganaron con facilidad, siempre con diferencia de más de 17 puntos. Sólo el encuentro contra Búhos del IPN, campeones del año anterior, tuvo una diferencia menor: 20-13 a favor de Cóndores, los nuevos campeones de la Liga.

Águilas Reales, con derrotas por un punto de diferencia contra Búhos y Chapingo, campeón y subcampeón respectivamente en 1969, y contra Cóndores 23-7, ocupó el tercer lugar de la competencia.

Guerreros Aztecas, con una temporada irregular en la que hubo derrotas contra equipos no muy bien posicionados en la tabla, pero también triunfos destacables como contra Búhos del IPN por 28-22, ocuparon el quinto puesto.

El primer clásico de selecciones se ganó 24-13; Leonardo Lino, de Cóndores, fue el Jugador del Año y Guillermo Torres, también Cóndor, Novato del Año, para redondear una temporada magnifica para la representación de la UNAM en Liga Mayor, con su nuevo formato.

En 1971 la situación fue diferente. El factor principal lo marcó la apertura de becas a estudiantes norteamericanos por parte del ITESM, que trajo otro balance a la liga. Así, después de 12 juegos, Cóndores recibió la primera derrota de su historia precisamente contra los Borregos del ITESM, que a la postre serían los campeones.

Águilas Reales y Guerreros Aztecas, por su parte, tuvieron una temporada gris de la que se pueden recordar sólo algunos momentos específicos como la victoria de Guerreros 3-2 sobre Águilas Blancas. Horacio Brun, ala y pateador de Guerreros, al pisar fuera al realizar un despeje desde sus diagonales (safety) y anotar un gol de campo, sería el responsable de todos los puntos.

También rescatable es otro triunfo Puma en el Clásico, por 17-7.

La temporada de 1972, ya con 11 equipos participando, se presentó con una tónica similar, aún cuando los Cóndores lograron el subcampeonato, perdiendo la final contra los Borregos de ITESM. Durante la temporada regular sólo habían tenido un tropiezo ante los Borregos, por 7-0. Santiago Caballero, ala Cóndor, fue el Jugador del Año.

En 1973 los Cóndores rompieron la supremacía norteña al superar a los Borregos 20-3. Lograron también sacar una meritoria victoria por 31-30 frente a Pieles Rojas de Acción Deportiva, en uno de los juegos más emotivos en muchos años.

Sin embargo, dentro de la UNAM no sería el año del Cóndor, sino del Águila Real, que en el mejor año de su historia llegó al juego de campeonato tras imponerse en playoffs a Cóndores 17-3. La final, jugada en un Estadio Olímpico de CU totalmente lleno, vio a las Águilas universitarias ser superadas 21-19 frente a las Águilas Blancas del IPN.

En 1974 la magia de las Águilas y la de los tres equipos universitarios comenzó a desvanecerse: Sólo se lograron resultados modestos, a pesar de logros dignos de reconocerse, como la victoria de Cóndores 31-0 sobre Águilas Blancas, la diferencia en cero más amplia entre los dos equipos. Guerreros Aztecas, por su parte, logró una meritoria victoria por 26-3 frente a Borregos del ITESM.

El año siguiente, 1975, no fue mejor, ya que por primera vez desde la división en tres, ningún equipo universitario clasificó para playoffs. Para colmo, se perdió el tercer Clásico al hilo, por 27-35

Ello provocó una reorganización en 1976, al menos en lo que a entrenadores en jefe se refiere, llegando Gilberto Chávez al mando de Águilas Reales y Diego García Miravete a dirigir a Cóndores, en sustitución de Manuel Neri. García Miravete al paso del tiempo establecería marcas de victorias y campeonatos con el equipo oro y negro.

Ese año, Cóndores regresó a playoffs, perdiendo contra los campeones del año anterior, Pieles Rojas de Acción Deportiva, por 40-23.

Diego García Miravete ganó su primer Clásico como Coach Puma por 44-7, lo que contribuyó a que la temporada tuviera un saldo favorable.

1977 fue otro mal año para la UNAM y el Fútbol Americano de México. Lo más destacable es el triunfo por 15-7 en el Clásico. Para el Fútbol Americano fue el año de la Final Negra, cuando los "porros" del Politécnico provocaron un tumulto en el Estadio de los Tigres, con saldo de un muerto y varios heridos. Se provocó también el retiro del ITESM de la Liga Mayor, que sería seguido por el de los Tigres dos años después.

Otro saldo de esa campaña fue la reorganización de la Liga Nacional Colegial en la nueva Organización Nacional Estudiantil de Fútbol Americano (ONEFA), que rige los destinos de la Liga Mayor desde entonces.

1978 fue el primer año de esta Liga y también del regreso de Cóndores al campeonato, después de ocho años, al derrotar a Águilas Blancas 23-14 en la final. Ya en temporada regular, se les había vencido 10-0.

Los Guerreros Aztecas, por su parte, en el primer año de Antonio Paz como Coach, llegaron a playoffs después de una meritoria campaña. Sin embargo, en semifinales cayeron ante Cóndores por 28-8.

En otro ámbito, en 1978 murieron dos grandes personajes del Fútbol Americano de la UNAM: Alberto "Chivo Córdoba" y Julián Fajardo, ambos verdaderas instituciones en el equipo Puma. Murió también Luis Lecanda, estrella universitaria de principios de los años 60.

La temporada de 1979 significó el segundo campeonato al hilo para Cóndores, que vencieron a Águilas Blancas 28-16 para obtener la corona en la semifinal, ya que el otro semifinalista, Tigres de la UANL, se retiró de la Liga por diferencias con la organización, no sin antes eliminar a Águilas Reales 14-7 en un juego inconcluso.

Para finalizar la década, la UNAM ingresó dos equipos más en Liga Mayor, correspondientes a los Campus que la institución había creado pocos años antes en el Estado de México: Osos Acatlán y Huracanes Aragón. Estos dos equipos tuvieron temporadas inaugurales poco recordables, con marcadores adversos muy abultados.

Sin embargo, los tres equipos "tradicionales" de la UNAM tuvieron buenos resultados y llegaron a disputar los playoffs: Guerreros y Águilas Reales perdieron en semifinal frente a Cóndores y Águilas Blancas, respectivamente.

Los Cóndores disputaron su tercera final consecutiva contra los guindas y lograron su tercer triunfo, en esta ocasión por 28-26, un marcador muy apretado pero suficiente para el TRICAMPEONATO.

1981-1990
La década Cóndor

En 1981 la Liga Mayor se dividió en dos niveles, para dar mayor oportunidad de competencia a equipos nuevos o con menores posibilidades económicas. Una decisión que con el tiempo favorecería al Fútbol Americano de México.

Los equipos universitarios más tradicionales, Cóndores, Águilas Reales y Guerreros Aztecas, ya con una década de experiencia, quedaron en la conferencia fuerte, la Metropolitana, en tanto que Osos de Acatlán y Huracanes de Aragón fueron colocados en la categoría mas baja: la Conferencia Nacional.

La primera temporada no fue mala para la UNAM, aún cuando no se logró el campeonato y se perdió el Clásico por 23-20. Cóndores y Águilas Reales consiguieron, respectivamente, los lugares tercero y segundo en el torneo, que se jugó sin playoffs. Las derrotas contra Águilas Blancas 24-35 en el caso de Cóndores y 21-39 de Águilas Reales fueron decisivas, dentro de una hoja de otra manera perfecta. El juego entre ambas escuadras universitarias determinó las posiciones finales y fue favorable a los azules por 21-12.

Se debe destacar también la actuación de Adolfo Jamal en el Clásico, en el que logró el récord de intercepciones, que aún persiste, para estos enfrentamientos, con cinco.

En 1982 las cosas se dieron de manera muy similar a 1991. Cóndores inició arrasando a sus adversarios. En temporada regular blanqueó a todos los equipos politécnicos: 13-0, a Lobos ESIA y Pieles Rojas; 21-0, a Águilas Blancas; y 61-0, a Cheyennes y Búhos. En semifinales pasó apuros para vencer a Águilas Reales 16-14 y en la final, en un nuevo enfrentamiento contra Águilas Blancas, la temporada perfecta y el campeonato se perdieron por 16-8.

Águilas Reales, con una temporada muy destacable, quedó en el camino ante sus hermanos de institución, ante quienes brindó dos batallas memorables, perdiendo ambas por cinco puntos: 6-3, en temporada regular, y 16-14, en la semifinal.

En la Conferencia Nacional, los dos equipos universitarios corrieron similar suerte, perdiendo ante el mismo rival durante los playoffs: la Ola Verde de UPICSA. Osos, en semifinal por 14-7; y Huracanes, en final por 23-6.

No fue un año malo, sin duda, pero faltó consolidar las temporadas durante los playoffs.

Sin embargo en 1983 este objetivo se cumplió plenamente y equipos universitarios resultaron campeones en ambas Conferencias. Cóndores, en la Conferencia Metropolitana, y Osos de Acatlán, en la Nacional.

En el primer caso, además, la competencia fuerte provino de otro equipo Puma, los Guerreros Aztecas, que protagonizaron las batallas más duras para los Cóndores en esa temporada, con marcadores favorables al equipo de negro por 20-17 en temporada regular y 12-6 en la semifinal.

Los Osos, por su parte, pasaron sobre todos sus adversarios, para vencer 24-17 en la final a la Ola Verde de UPICSA, con quienes, a pesar de este triunfo aún tendrían que dirimir un juego adicional a principios del año siguiente para definir quién pasaría a la Conferencia Metropolitana. Los Osos ganaron el derecho por 36-6.

En 1984 la generación Cóndor de Marco Ramos y J.J. Sánchez confirmó su supremacía en los emparrillados mexicanos, al ganar su segundo campeonato en fila, de manera invicta, al superar a Águilas Blancas por 40-29. Ya durante la temporada regular los habían vencido por 29-15.

Los Osos fueron un duro rival para Cóndores, a pesar de jugar su primera temporada en la categoría alta. En su debut, los de Acatlán obligaron a Cóndores a emplearse a fondo para sacar un 14-9. En la semifinal, Cóndores ganó otra vez, ahora 22-3. A Águilas Reales, los Osos les propinaron un contundente y sorpresivo 20-0, para constituirse en el principal aspirante a la supremacía dentro de la universidad.

Guerreros Aztecas, en otro año de altibajos, logró sin embargo resultados meritorios por conducto de la defensiva y de Ricardo Terán, pateador de goles de campo: 3-0, a Águilas Blancas; 3-0, a Osos de Acatlán; y 9-6, a Águilas Reales.

En la Conferencia Nacional, los Huracanes de Aragón cayeron en semifinales contra Chapingo por 29-3

1985 marcó el segundo Tricampeonato Cóndor en un lapso de 8 años, y con resultados realmente dignos de recordarse: 31-0, en la final contra Pieles Rojas del IPN; y 53-7, contra Águilas Blancas, el marcador más abultado entre los dos equipos.

Sólo Águilas Reales amenazó con arruinar la temporada perfecta de Cóndores, al estar a segundos del triunfo y perder 29-28.

El resto de los equipos universitarios tuvieron apenas temporadas medianas.

En 1986 la UNAM decidió, al igual que el IPN, recortar su representación en Liga Mayor, sacando sólo tres equipos. En el caso de la UNAM permanecerían los tres mejor calificados el año anterior: Cóndores, Osos de Acatlán y Guerreros Aztecas, que logró esa posición al vencer por un gol de campo en los instantes finales a Águilas Reales por 21-19.

Los Cóndores lograron su cuarto campeonato consecutivo, los únicos Tetracampeones desde la Horda Dorada universitaria de los años 30 y 40. Cóndores se impuso en sus dos enfrentamientos contra Águilas Blancas, por 23-20 y 24-10, y vencieron también a Pieles Rojas 26-0. No obstante, los propios Pieles Rojas habrían de empañar la celebración del cuarto campeonato al vencer sorpresivamente a Cóndores 23-0 en el penúltimo juego de la campaña, rompiendo una racha de 32 juegos sin derrota, un récord que aún persiste.

En 1987 la Universidad de México volvió a ser campeón, aún cuando no a través de Cóndores. Fueron ahora los Osos de Acatlán quienes ocuparon el sitio de honor, al vencer a los universitarios de negro y oro por 17-10.

En temporada regular, Cóndores había derrotado a Osos 33-29 en un juego muy emotivo, que anunciaba que las cosas podrían cambiar en un nuevo enfrentamiento entre ambos, tal como sucedió. Cóndores sólo había dejado ir una victoria durante la temporada, frente a Pieles Rojas por 7-6.

Guerreros Aztecas y Águilas Reales, que regresó a la contienda tras un año de ausencia, tuvieron resultados malos.

Los dos años siguientes, 1988 y 1989 fueron de transición para los equipos universitarios y los resultados fueron fiel reflejo de este cambio.

Para Cóndores, por ejemplo, fue la llegada de una generación que tomaría en su momento su lugar de honor, pero que en sus primeros años, sin tener malos resultados, no lograron consolidar un campeonato.

En 1988 la final contra Águilas Blancas se constituyó en desastre al caer 38-6, el marcador más desfavorable de Cóndores contra su rival tradicional.

Osos y Águilas Reales tuvieron resultados apenas modestos y Guerreros Aztecas ocupó el último lugar, pero se salvó del descenso al producirse una expansión de la Conferencia Metropolitana.

En 1989, Cóndores tuvo otro acercamiento al campeonato pero cayó en la semifinal 43-33 contra Pieles Rojas, pese a una bravía reacción que los acercó de un 43-15 desfavorable. En temporada regular habían remontado un marcador adverso de 41-16 contra Borregos de ITESM para convertirlo en una victoria por 44-41. En la semifinal no pudo repetir el milagro y Pieles Rojas alcanzó el cetro.

En la otra semifinal, Osos de Acatlán cayó contra Águilas Blancas, para quedar en cuarto lugar general. Águilas Reales, sin nada digno que comentar, y Guerreros Aztecas, en un nuevo último lugar, ahora inapelable en el descenso.

En 1990, la generación Cóndor de Eduardo González, Luis Araiza, Alejandro Lara y Diego García de la Cadena logró al fin el lugar de honor, recuperando el campeonato para definir este período como la Década Cóndor.

Este esfuerzo se consolidó frente a dos grandes rivales: Borregos del ITESM, a quienes se venció 41-24 en semifinal, y Águilas Blancas, que dieron un gran juego en la final, que los Cóndores ganaron 16-3.

La década se cerró con otra victoria Puma en el Clásico: 27-23

1991-1998

En 1991 inició la etapa más reciente de la historia, al aparecer la hoy llamada Conferencia de los Diez Grandes, que ha logrado una estabilidad sin precedente en nuestro deporte.

En ese año la UNAM consiguió el último de sus campeonatos de Liga Mayor, por conducto de Cóndores, que lograron su décima presea, nueve de ellas bajo el mando de Diego García Miravete

Once victorias al hilo dieron al equipo negro y oro el campeonato; destacan entre ellas las logradas sobre Borregos del ITESM-Mty por 29-27 y 41-16, ésta última en la final; el difícil 14-13 sobre Tigres de la UANL, en semifinales, y la victoria 12-7 sobre Águilas Blancas.

Para completar el año, los Pumas vencieron 26-21 en el Clásico, inobjetable, a pesar de que en la última jugada un pase ilegal del IPN parecía dar la vuelta al marcador y provocó un conato de bronca entre los jugadores de las dos escuadras.

En 1992 la cosas cambiaron para mal y Cóndores tuvo una temporada perdedora, con cuatro victorias y cinco derrotas, entre las cuales se contaron las sufridas ante los otros dos equipos de la UNAM en los Diez Grandes, Osos y Águilas Reales, los cuáles tampoco tuvieron temporadas destacables.

Lógicamente, ese año el equipo Puma perdió el Clásico con un marcador abultado, que amenazó ser todavía peor: 38-13.

En 1993 se manifestó la que es quizás la característica más sobresaliente de esta década, con la supremacía de las universidades privadas en este deporte. El equipo de Borregos del ITESM Monterrey logró el campeonato.

Los Cóndores regresaron a una temporada ganadora, con 6 victorias por 3 derrotas, aún cuando perdieron en semifinal por 16-7 contra el equipo que resultaría campeón, Borregos.

Osos se mantuvo en mitad de la tabla y Águilas Reales sólo ganó un encuentro, lo que determinó para ellos el descenso a la Conferencia Nacional.

Guerreros Aztecas, en la Conferencia Nacional, logró una temporada aceptable a pesar de quedar excluidos de la posibilidad de ascenso, al perder la semifinal contra Pieles Rojas.

En 1994 Diego García Miravete dejó las riendas de Cóndores en manos de Arturo Alonso, quien buscó dar una nueva imagen al equipo, en un intento de retornarlo a la senda de la victoria. De igual manera, Gustavo "Coyote" Esquivel tomó a su cargo las Águilas Reales.

Antes de la temporada, la UNAM perdió a dos personajes muy queridos: el legendario Coach Roberto "Tapatío" Méndez, quien dio a los Pumas su nombre y tradición, y Jorge Mercado, la inolvidable "Saeta Dorada" de los años 60.

En el terreno deportivo, Cóndores terminó con marca de 6-3 y llegó a semifinales para caer 14-21 ante Aztecas de la UDLA, con quienes se creó en esta década una tradición perdedora.

Osos de Acatlán quedó en la parte baja de la tabla con récord de 4-5; Águilas Reales no logró su objetivo de retornar a la Conferencia de los Diez Grandes, al quedar marginados en playoffs por Guerreros Aztecas 17-10 y éstos, los Guerreros, cayeron en semifinales de la Conferencia Nacional contra Borregos de ITESM-CEM por 14-10

En 1995 la situación mejoró en la UNAM, ya que Cóndores logró una temporada de 7-2 para llegar a semifinal, juego en el que cobraron venganza de la temporada regular y vencieron a Águilas Blancas 22-19, para perder la final contra Aztecas de la UDLA 43-13, en un partido que a nadie dejó satisfecho y que tendría consecuencias para la organización universitaria al año siguiente.

En la Conferencia Nacional, por su parte, Guerreros Aztecas llegó a la final contra Borregos del ITESM-CEM, a quienes derrotan 20-17 para regresar a la Conferencia Nacional en 1996. Previamente, el equipo del Tec había marginado en 27-20 a Águilas Reales en semifinales.

El Clásico se gana 27-20.

Pero los años de 1996 y 1997 presentaron resultados desfavorables para la UNAM, haciendo evidente el declive de los equipos de la máxima casa de estudios del país. En cada uno de esos años, un equipo universitario perdió su derecho de permanencia en la Conferencia de los Diez Grandes:

En 1996 Guerreros Aztecas, que regresaba al máximo circuito tras ocho años de ausencia, perdió sus nueve compromisos al hilo, con una defensiva que permitió en promedio 35 puntos por partido, cayendo nuevamente a la Conferencia Nacional. Previo a la temporada, los jugadores habían decidido remover de su puesto al Coach Julio González, para nombrar en su lugar a Armando Erazo.

Cóndores, por su parte, recibió también nuevo Coach en la persona de José Juan Sánchez, ex jugador del equipo en los años 80, buscando consolidar la organización oro y negro. El equipo llegó a semifinales con una temporada de 6-3. Sin embargo, Borregos del ITESM-Mty los derrotó por 38-17.

Osos de Acatlán tuvo otra temporada perdedora (4-5), consolidando una tendencia que habría de culminar al año siguiente con el descenso a la Conferencia Nacional.

En la Conferencia Nacional, por su parte, Águilas Reales dejó ir una temporada esperanzadora al perder la semifinal contra Lobos de la UAC por 21-18.

En 1997 el ciclo negativo de los equipos de la UNAM culminó: Cóndores completó temporada de 5 victorias contra 4 derrotas y no clasificó para playoffs; Osos de Acatlán perdió sus nueve encuentros y terminó en último lugar de la tabla de los Diez Grandes, perdiendo su lugar; Guerreros Aztecas decepcionó en la final de la Conferencia Nacional al caer 35-20 contra ITESM-Toluca; Águilas Reales había perdido la primera ronda de playoffs contra ese mismo equipo por 32-27.

El Clásico se pierde entre multitud de errores, por 23-18

Estos resultados marcaron la etapa más difícil del Fútbol Americano universitario, obligando a una reestructuración de este deporte.

Así, en 1998 la Liga Mayor vio desaparecer a los equipos que constituyeron la tradición universitaria durante 28 temporadas: Cóndores, Guerreros Aztecas y Águilas Reales, así como a Osos de Acatlán, que contaba con 17 años de participación.

Esta reorganización ha sido, sin embargo, muy controversial. La mayoría opina que no ha llegado al fondo, a pesar de haberse pagado el precio de desaparecer cuatro equipos de larga tradición.

1998-2002 Los nuevos Pumas

En 1998, la UNAM participaría con un equipo por cada uno de sus campus:

Pumas-CU (en la Conferencia de los Diez Grandes) y

Pumas Acatlán en la Nacional.

Esta reorganización fue desde el primer momento muy controversial. La mayoría expresó la opinión de que la nueva estructura no llegó al fondo del problema, a pesar de haberse pagado el precio de desaparecer cuatro equipos de larga tradición en el FBA nacional.

La temporada de 1998 no permitió un gran optimismo. El regreso de los Pumas fue con una derrota ante los Borregos ITESM-Monterrey, a la postre los campeones, por 42-27.

Frente a las Águilas Blancas, y ante más de 50 mil espectadores, los Pumas CU tuvieron todo para ganar pero desperdiciaron cuatro series ofensivas dentro de la yarda 15 contraria, para terminar perdiendo 7-0. En suma, una temporada apenas ganadora 5-4 y un sexto lugar.

Los nuevos Pumas Acatlán también desperdiciaron, pero ellos una temporada invicta que debía haberlos llevado de regreso a la Conferencia de los Diez Grandes, cuando en el último partido y a 40 segundos del final, ganando 13-12, pierden el balón en la yarda 18 contraria para ver cómo un defensivo de la U.A. de Coahuila corría más de 80 yardas hasta las diagonales pumas, llevándose así el balón, el juego, el campeonato y el ascenso.

En 1999, en una temporadas de luces y sombras, Pumas CU llegó nuevamente a los playoffs tras algunos años de ausencia. En mucho habría que acreditar el resultado a la mística que el nuevo coach Leopoldo Vázquez Mellado logró infundir en el equipo, que tuvo que jugar todos sus partidos como local en el estadio Centenario de la Ciudad de Querétaro, ante la huelga más prolongada y absurda en la historia de la UNAM.

En lo deportivo, el equipo tuvo que sobreponerse también a un inicio desastroso, que incluyó por ejemplo la primera derrota ante el ITESM CEM y el marcador más aparatoso en contra en los 70 años de historia del equipo: 0-66 ante ITESM Monterrey. La victoria sobre Águilas Blancas y sobre todo la participación digna en playoffs logró aliviar en algo aquel inicio.

Pumas Acatlán, por su parte, lo logró esta vez: Campeón invicto en la Conferencia Nacional, lo que le aseguró un lugar en la Conferencia de los Diez Grandes del año 2000

En el 2000, los Pumas CU y los Pumas Acatlán ocuparon el quinto y sexto lugar, respectivamente, quedando fuera de los playoffs.

En el 2001, la temporada fue malísima para los Pumas CU que apenas lograron conseguir tres victorias, una ante ITESM CEM por marcador de 15-6, otra ante ITESM Toluca: 21-16 y la ultima ante Pumas Acatlán con un marcador de 36-6.

Para Pumas Acatlán fue una de las peores temporadas en toda su historia, al perder todos sus juegos y descender a la Conferencia Nacional.

En el 2002, Pumas CU una vez más ocupa el quinto lugar al perder contra Tigres de la UANL: 6-12 quedando fuera de los playoff.

Los Pumas Acatlán en la Conferencia Nacional pierden en semifinales contra los Frailes del Tepeyac: 6-10, a la postre campeones de la Conferencia.


jueves, 27 de agosto de 2009

He de dejar a un lado...

He de dejar a un lado los shorts y los tacos, a los diez que me acompañan domingo a domingo, y decirle a dios al balon con mi pie...

Una vez más se abre las puertas del verdadero juego del hombre, donde grandes gladiadores, con casco, con shoulders, tablas, nitros, fundas, jerseys, demostraran una vez porque es el: America's Sport.

Pero de esto tengo historia: Fue en 1992 semanas antes del "Gran Domingo", cuando un aficionado azul y plata entregó su trabajo semifinal de segundo bimestre y en la final de su expo, en la ultima hoja de rotafolio, se encontraba una estrella, solitaria, pero con mucha pasión, los colores azul y plata, una leyenda que así rezaba: "Dallas Cowboys, Super Bowl XXVII, Champions", nadie en el salón de clases lo podría creer, que alguien se hubiera atrevido en la Clase del Gran y Venerable Maestro Rosas Barragán, a poner la insignia del Estado de Texas, y declarar semanas antes el Tercer Campeonato de los Dallas Cowboys, en ese momento, el Profesor realizó con ese alumno la apuesta más espelusnante para muchos: "Si es así te apuesto la calificación final, si tus Vaqueritos ganan, tienes excento el año, pero si no, tendras que presentar 15 trabajos, como examen final", todos se quedaron sorprendidos, a lo cual ese rollizo muchacho, con la ilusión en su corazón, dijo: "Acepto", nos vemos el martes regresando de vacaciones, presentaré mi siguiente tema al grupo y en la última hoja daré a conocer el resultado.

Ese alumno rollizo y bienaventurado: Soy Yo, y así fue llegó el magnifico domingo, me preparé desde la mañana de ese día para realizar los rotafolios de mi expo, y llegó las cinco de la tarde, "La Hora D", y empecé a ver el partido, el marcador esta por demás: Dallas Cowboys 52 Bufallo Bills 17, emoción, llanto, y la ilusión de ver a mi America's Team, otra vez alzando el Vince Lombardi.

De eso han pasado ya 17 años, lucha, gloria, sacrificios, dos superbowls más a la cuenta de los vaqueros, y muchas alegría.

Ahora toca una vez más ver a mi equipo: The Dallas Cowboys, al mando del Querido Antonio Ramiro Romo, con Marion The Barbarian Barber, DeMarcus Ware, Felix Jones y todos los demas "Boys".

Para mi es un honor portar el uniforme azul y plata...

Estamos en plena pretemporada, y este fin de semana nos enfrentamos a un viejo enemigo: The San Francisco 49'ers, che gambusinos, espero que la visita al Estadio más hermoso del Mundo los haga caer en cuenta: Somos la Supremacía de la NFL.

Alguien me preguntó en alguna ocasión porque tanto el Texas Stadium como el Dallas Cowboys Stadium, ahora en Arlington, Texas, tienen ese Gran Ojo en el Domo, y solamente pude constatar y contestar: Es para que Dios (El G.'.A.'.D.'.U.'.) vea jugar a sus Vaqueros de Dallas.

Ahora el Calendario 2009 de mis Vaqueros de Dallas

PRE-SEASON GAMES

Thursday August 13 9:00 PM Cowboys @ Oakland Raiders
Friday August 21 7:00 PM Tennessee Titans @ Dallas Cowboys Details
Saturday August 29 7:00 PM San Francisco 49ers @ Dallas Cowboys Details
Friday September 4 TBA Dallas Cowboys @ Minnesota Vikings

REGULAR SEASON GAMES

Sunday September 13 NOON @Tampa Bay Buccaneers Details
Sunday September 20 7:15 PM New York Giants Details
Monday September 28 7:30 PM Carolina Panthers Details
Sunday October 4 3:15 PM @Denver Broncos Details
Sunday October 11 NOON @Kansas City Chiefs Details
Sunday October 18
BYE
Sunday October 25 3:15 PM Atlanta Falcons Details
Sunday November 1 NOON Seattle Seahawks Details
Sunday November 8 7:15 PM @Philadelphia Eagles Details
Sunday November 15 3:15 PM @Green Bay Packers Details
Sunday November 22 NOON Washington Redskins Details
Thursday November 26 3:15 PM Oakland Raiders Details
Sunday December 6 3:15 PM @New York Giants Details
Sunday December 13 3:15 PM San Diego Chargers Details
Saturday December 19 7:15 PM @New Orleans Saints Details
Sunday December 27 7:15 PM @Washington Redskins Details
Sunday January 3 NOON Philadelphia Eagles Details

En este tercer partido de Pretemporada va estar de rechupete vamos contra los Gambusinos, asi mismo para el cuarto, tendremos a los Vikingos, viejos enemigos de cuenta.

El calendario se denota bueno, veremos ocho partidos en el estadio de 1,000 MDD, con las cuatro pantallas de alta definición más grandes del mundo, así mismo tendremos el gusto de humillar a Washington y a Oakland, espero que sean grandes los tres encuentros, si tres, porque contra los Pieles Rojas les veremos la cara dos veces, una en el DC Stadium y la otra en el Fedex Field.

Las visitas seran asi:
al Raymond James Stadium en Tampa
al One Mile High en Denver
al Arrowhead Stadium en Kansas
al Lincoln Financial Field en Philadelphia
al Lambeau Fiel en Green Bay
al Giants Stadium en New York, New York
al Lousiana Superdome en New Orleans
al FedEx Fiel en Washington, District of Columbia

y esperando con gozo el 6 de Febrero de 2011 el Super Bowl XLV en el Estadio Más Hermoso del Mundo: The Dallas Cowboys Stadium, Arlington, North Texas.

Good Bless America's Team!!!

Go Dallas Cowboys!!!!